La magia es quizás la responsable principal de los hechos que ocurren. Un camarón encantado cumple los pedidos de un pobre leñador, víctima de los caprichos de su esposa. Meñique abate el árbol encantado y vence al gigante. Y finalmente, no solo la magia, sino también el talento y el ingenio acabarán siendo más importantes que la fuerza. Dosieres: José Martí, el maestro; Cuba